viernes, 11 de diciembre de 2009

Las 12 uvas


Siempre tenemos algo que hacer, pero no siempre lo hacemos, aunque tengamos el tiempo. Nos decimos que cuando podamos, haremos todo lo que no hemos hecho por falta de tiempo y cosas por el estilo, pero eso no significa que lo hagamos en realidad. Los humanos siempre nos ponemos pequeñas (y grandes) metas que rara vez cumplimos. Muchos hasta hacemos listas, sabiendo en alguna parte de nuestro subconsciente que nunca haremos nada de lo que nos hemos prometido. Yo les invito a que saquen esa “to do list” y guarden las promesas que se hacen a uno mismo, aunque sean cosas pequeñas e insignificantes, son logros diminutos que nos dan satisfacción y nos ayudan a sonreírle a nuestro reflejo en el espejo.

Todas las vacaciones de Diciembre las disfruto con unos amigos de la familia y tenemos la tradición de comer 12 uvas en año nuevo. Seis uvas son deseos y las otras seis son metas para el siguiente año. Una de esas metas mías es viajar mucho, y creo que este año si he alcanzado mi meta y he visitado lugares a través del mundo y han sido lugares fascinantes, de los cuales todos valen la pena visitar.

India:
Disfruté cada segundo de la India, y cada segundo me enamoré más y más de este paraíso asiático. Con tan solo respirar el aire e inhalar los olores y las riquezas te puedes dar cuenta de lo maravilloso que puede ser el mundo, hasta en los lugares menos esperados.

Machu Pichu:
Machu Picchu es una de las nuevas maravillas del mundo, y para mi opinión una de las mejores. Contiene una paz y armonía impresionante. Y además de que esta en medio de unas montañas perdidas en Perú, mucha gente va a visitar este lugar, pues en realidad te deja sin aliento.

Aspen:
Aspen no solo tiene sus pequeñas y consentidoras callejuelas, también tiene grandes restaurantes. Lo maravilloso de estos lugares es que siempre tienen buena comida y en algunos tienes la bella vista de la montaña que está cubierta de blanca nieve. La montaña siempre es impactante, al igual que la primera vista de nieve. Sentarte frente a la montaña con tu bebida caliente es una inigualable experiencia. Sientes que tienes una conversación con la montaña, con la nieve, con el viento, con todo. No hay lugar más acogedor que Aspen. De todo te acariñas y nunca hay suficiente tiempo.

(Mi favorito) Tabacón:
Durante mi estancia en este paraíso tan majestuoso tuve la oportunidad de ver la lava caer del volcán por la noche y adentrarme en ese mundo de los colores, sonidos y aromas de la selva de Costa Rica .Esto me pareció un espectáculo único e inolvidable que me dejo con ganas de más. Entonces decidí adentrarme más en el verde de costa Rica y me fui por un paseo precioso a caballo, luego a pie y al fin a nadar. Aquí me encontré con una catarata con una fuerza que parecía querer contar algo, pocas veces en la vida se puede apreciar esta experiencia única.

París:
Vivir la vida como parisiena es una aventura memorable, bajar en las mañanas a desayunar un fresco baguette, comer una crepa enfrente a la Torre Eiffel, sentarte en las fuentes del museo Louvre y ver pasar las nubes y hasta simplemente despertar y saber que estas en París es una maravilla.

X-caret:
X-caret es un lugar tan impresionante y especial que no sé por dónde empezar. Puedo decir que te lleva al pasado, puedo decir que te transforma completamente, puedo decir que los ritmos y aromas te llevan a otro mundo, pero no llego a verdaderamente explicar este lugar tan distinto.

Miami:
El clima de Miami es delicioso, pereciera que el sol y este lugar hicieron un pacto de por vida. Los días de vacaciones en Miami transcurren entre patinar en sus anchas calles, practicar algún deporte, nadar en sus aguas cristalinas y gozar del magnífico gourmet.

Estambul:
Estambul es más que una ciudad, es una tradición, es una costumbre, una costumbre que se vuele casi un hábito y que inspira sentimientos encontrados. Es un lugar que te invita a la aventura, que está lleno de secretos y de laberintos.

Londres:
Al pensar en Londres pensamos en una ciudad algo gris, seria y lluviosa, pero es todo lo contrario; le gante es amable y cortés, los edificios son coloridos y alegres y de todo el tiempo en el cual me encontré absorbida por la belleza de este lugar, ni una sola gota de lluvia cayó del cielo azul.

Les invito a comer sus doce uvas, y, quien sabe, tal vez el siguiente año visiten alguno de estos deslumbrantes sitios.

viernes, 13 de noviembre de 2009

Ojos que sienten



La otra noche viví una experiencia única e impresionante. Asistí a una cena a ciegas de la fundación “Ojos que Sienten” y quede trastornada. En esta cena, todo es a oscuras, no se ve nada, los meseros son ciegos y este evento está hecho para recaudar dinero para ayudar a la fundación “Ojos que Sienten”, esta fundación tiene la finalidad de mejorar la interactividad entre ciegos y su comunidad, aquí les ayudan a desarrollarse para que puedan vivir su vida lo más normal posible, y en algunos casos, hasta se pueden hacer operaciones para regresarles la vista a estas personas, que son realmente encantadoras.


Al inicio hay un coctel, luego entras al restaurante Le Bouchon guiado por un mesero ciego y llegas hasta tu mesa. No ves nada, estas con gente que no conoces y no puedes reconocerlos, hay comida enfrente de ti que no puedes criticar con la vista, no sabes que pasa a tú alrededor y estás rodeado por sonidos y olores. Conversé con extraños, comí comida que no sabía que era y me divertí a más no poder. Los meseros fueron estupendos y muy atentos, aunque no te podían ver, no he conocido un personal más eficiente.


Al acabar la cena, me sentí tan suertuda de poder ver y de no vivir toda mi vida a obscuras, por eso quiero ayudar en lo más posible a esta fundación, para que los que no tengan tanta suerte como tú o yo, puedan algún día vivir su vida al igual que todos. La cena fue deliciosa y los meseros maravillosos. A obscuras se realizan actividades y yo aprendí mucho, cosas que no sabía que yo no sabía.


Quedé maravillada con todo de esa noche. Esta experiencia me abrió los ojos y me enseño cuanto se puede hacer con tan poco, me enseño que todos somos iguales y que siempre van a haber cosas de nuestra vida que no vayan exacto como queremos, pero tenemos que apreciar las cosas buenas y darnos cuenta de lo que la vida si nos ha dado y ser agradecidos.


Quiero agradecerles a todos y todas las personas que ayudan y son parte de esta fundación, es impresionante como una simple cena puede marcar tu vida permanentemente.

miércoles, 4 de noviembre de 2009

Y tú ¿qué lees cuando lees?


Viajando de página en página he encontrado un mundo diferente, uno que yo ya conocía hace tiempo, pero no lo había visitado tan frecuentemente como en estas vacaciones de verano. Para cada persona hay un mundo imaginario y su pasaporte es un libro.


Soy una aficionada a la lectura y a la literatura, al igual que la escritura y en este viaje a mí querido Miami fui sumergiéndome más y más en el maravilloso mundo de los libros.


Pasando horas increíbles en tiendas como Borders, Barns & Nobles y Books & Books, encontré libros estupendos en los que me perdía completamente por mucho tiempo, terminándolos en dos días o menos. Me volvía los personajes de estas historias de fantasía, viajaba a lugares exóticos y surales, conocía a gente que nunca conoceré en la vida real y viví experiencias que dudo olvidar.


Me di cuenta de la gran cantidad de grandes escritores que hay en el mundo y de cuántos libros e historias hay por leer, seguramente pensar en leer horas infinitas suena como una fatiga, pero no para mi, saber que nunca podre leer lo suficiente me hace sonreír, porque aunque lea toda mi vida (algo que me gustaría) no podre gozar de todos los libros, pero sí de muchos.

En cada libro que leí, encontré palabras ocultas y sentimientos perdidos entre oraciones y letras, y esto me hizo realizar que es en realidad un buen libro y un buen escritor. Mientras más leí más refinado se volvió mi gusto y más difícil era que un libro pasara mis expectativas pero siempre tuve en mente que cada escritor tiene su forma de expresar lo que siente en papel y aunque a mí no me haya gustado, hay a millones de personas a las que sí.


He intentado no juzgar un libro por su portada, ni a un escritor por solo uno de sus libros, pero me resulta difícil y me asusta pensar en lo fácil que la gente critica, ya que yo quiero ser escritora famosa cuando crezca y obviamente habrá gente a la que no le guste lo que escribo, pero sigo leyendo libros de los que nunca había escuchado de y escritores que no han sido exitosos y siempre me encuentro con uno que otro libro que me enseña algo o que me deja un gran sabor en boca.

Claro que había momentos en los que arranque mis ojos del papel de algún nuevo libro que se apoderaba de mí en ese momento y contemple Miami, sus playas, sus restaurantes, sus tiendas (de libros), su gente y sus atardeceres. Miami es un lugar que lo tiene todo, y lo tiene hecho a la perfección, no hay lugar como Miami.

La gran mayoría de los libros que compré y leí en Miami son en inglés y la gran mayoría de esa mayoría es de fantasía. En español recomiendo mucho La Ciudad De Las Bestias, El Huracán Lleva Tu Nombre y Aventuras De La Niña Mala.


En inglés recomiendo: Vampire Diaries, The Host, House Of Night Series, Devine by Mistake, Vampire Academy Series y Daughters Of The Moon. Mi escritora favorita es la talentosa P.C. Cast, quien ha escrito mis libros favoritos.

La vida es un libro y aunque algunas historias se parezcan, tú, el autor y el lector, haces tu libro único.

lunes, 19 de octubre de 2009

Paseo por Arcos

Me encanta visitar lugares donde me dejo mimar, donde me permito malcriar mis sentidos paseándome por aquellos rincones donde me siento tratada como una princesa.

Hace poco regrese a uno de estos lugares; el centro comercial Arcos. Arcos se ha vuelto en el “place to be”… cafés, restaurantes, heladerías, cine, shopping, un paraíso para nosotros los jóvenes.

Hoy comí con Marco Beteta, el famoso crítico de gastronomía de la ciudad de México, en el restaurante Costa Guadiana, en Arcos. Marco sabe que siempre estar en la cresta de la ola es lo necesario para tener éxito y él me dijo mientras probábamos los deliciosos tacos de camarón, “Melanie, Quiero ofrecer buena comida, buen servicio y buenos precios sin ser extravagante.” Y después de largos meses de trabajo y esfuerzos, lo logró.

Siempre que llegamos a un restaurante tomamos todo por hecho, pensamos que la comida va a ser de nuestro agrado al igual que los precios, pero nada de esto es fácil para el restaurantero, ya que la gente exige excelencia en todos los niveles y son infinitos los detalles que hacen la perfección. La decoración de Costa Guadiana es seria, pero agradable, su personal complace pero no molesta ni interrumpe la plática (lo cual es bastante molesto) y la comida es simplemente extraordinaria.

Mientras disfrutaba las bellas pinturas y cuadros pintados por el mismo Marco Beteta, satisfacía todos mis sentidos con los tacos de chorizo albañil, llamados tacos de la casa. También probé los camarones al pibil con piña caliente y los tacos de cascara de papa, del los cuales me enamoré.
Marco Beteta es inquieto, buen crítico de gastronomía, genial pintor, maravilloso restaurantero y logra conjuntar todos sus talentos.

Arcos tiene casi de todo, espacios exóticos, diferentes y nuevos. Uno de ellos es el Café O2. Decidí visitarlo, dejando mi sentido del olfato guiarme hacia donde el delicioso aroma de pan recién horneado, café e incienso me sedujeron. Todos los antojos encuentran su lugar en este restaurante/bar/café que ofrece de todo. En el Café O2, el tiempo se detiene y logras llenarte de un placer muy simple y sencillo, mientras el incienso te relaja, la música te pone en un mood relax y la ensalada griega en una pita que probé afina estos momentos tan agradables que este espacio da.

Y a pesar de vivir en una ciudad tan agitada, podemos estar en paz en Café O2, ya que es un lugar que te hace sentir en casa, no importa cuando. México necesita más lugares como este, y cuando nosotros los jóvenes estamos apenas despertando al mundo de la gastronomía, buscamos constantemente un restaurante que vaya de acuerdo con nuestra forma de vivir y nuestros gustos.

No se tiene que tener un doctorado en gastronomía para poder apreciar el buen comer, solo sensibilidad y ganas de disfrutar la vida.