miércoles, 3 de febrero de 2010

Oaxaca



Oaxaca es una mezcla enigmática de aromas, sabores y colores típicos mexicanos. Pasar un maravilloso fin de semana caminando por sus callejuelas y visitando sus bellas catedrales en un verdadero placer.

Estos días me hospedé en Camino Real que solía ser un antiguo monasterio, este hotel es historia palpable en la cual te pierdes al recorrer sus jardines y pasadizos secretos. Además del servicio maravilloso, Camino Real te hace vivir la verdadera experiencia de Oaxaca, estando en el centro del pueblo, de donde se camina hacia el mercado.

El Mercado de Oaxaca es conocido nacionalmente, ya que sigue todas las viejas tradiciones. Aquí yo goce un exquisito mole negro que me ha dejado con hambre de ver más, lo que me condujo hasta la Plaza Central que se encuentra a pocos pasos del mercado. En la plaza puedes verdaderamente entender porque Oaxaca tiene la fama de ser un lugar tradicional, novedoso y pragmático en su esencia.

Oaxaca tiene una numerosa cantidad de catedrales e iglesias, las cuales te roban el aliento, sean simples o mas ostentosas, bañadas de pie a cabeza en oro puro.

Oaxaca también ofrece una gran variedad gastronómica, su gran variedad de condimentación, sazón y lo que se atribuye a cada región, como: Tamales, Pinole, Tejate, Agua de chilacayota, Tasajo, Huarachitos, Totopo, empanadas, Pan de sal, Quesillo Oaxaca, Agua Ardiente, Chorizo, Cecina, Mezcal, pan de muerto Oaxaqueño, Pan de yema, , Chocolate típico de aquí y 7 diferentes tipos de mole. La tradición de comer variedades de insectos fue comenzada aquí y se comen regularmente. Se pueden degustar estas delicias en Casa Oaxaca, completando todo el recorrido de cosas que se deben de hacer.

Mitla y Monte Albán se encuentran en esta zona y son lugares de los que no te puedes perder, ya que son parte de la extensa cultura de esta bella ciudad.

Los invito a que vengan al corazón de México, donde las tradiciones y cultura viven entre nosotros.

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